Una
opinión para el debate
ANULFO MATEO PÉREZ
La coyuntura política es bastante compleja frente al tradicionalismo político y las contradicciones entre fuerzas muy disímiles en terminos ideológicos e históricos, hoy colocadas en la acera del frente del oficialismo. Creo que "juntos" no es lo mismo que "reburujao", cuando se plantea la conformación de un frente político opositor, porque las fuerzas liberales/conservadoras (esa mezcolanza existe en ciertas organizaciones opositoras) y las de las izquierdas (donde también hay de todo) es probable que acaben distanciándose, pasadas las elecciones, Ojalá que esa unidad pueda caminar un tramo largo (sin sacrificar los principios ni las ideas), hasta hacer lo que hay que hacer con el PLD, que es derrotarlo y romper sus planes continuistas y perversos contra el país, sobre todo contra los más pobres. Los referentes actuales a nivel internacional donde se camina contra la extrema derecha, han obligado a buscar la ruta de la concertación más amplia; incluso dialogando con fuerzas enemigas para debilitar los planes y conspiraciones del frente que adversa a los revolucionarios. Ahora se necesita ingenio, firmeza en los principios y la estrategia, flexibilidad táctica y mucha comprensión de la coyuntura política. La tarea no es fácil, y la discusión sobre el tema debe ser franca, sin prejuicios, ni descalificaciones para excluir a los contradictores y evadir el debates de las ideas que no se comparten. Pero como debe comprenderse, existe el oportunismo de derecha y también el de izquierda, como el de la pseudoizquierda. Detrás de ciertos radicalismos, se puede esconder el oportunismo, tal como lo hacen los de la "izquierda light", que se han plegado históricamente al PRD y al PLD. Entonces, debemos ser cautos, pese a nuestro deseo de conformar un frente opositor con la más amplia base de la sociedad y sus organizaciones; evitar "atajar" para que la derecha "enlace", o ciertos sectores que se creen predestinados a dirigir el proceso desde la "izquierda", lo conduzcan por las sendas de la derecha, y las cosas sigan como están. Difícil la situación, ¿verdad? Lo más fácil para la izquierda más firme, es aislarse de la coyuntura, o crear una "pequeña unidad" bajo el manto ideológico tradicional, para continuar denunciando y condenando el status quo y los responsables de mantenerlo, y nada más. Aferrados a la idea de un levantamiento popular, que esperamos desde 1965, como esperan los cristiano por el Mesías, para tomar el cielo por asalto. Ojalá se presentara tal situación mañana bien temprano, pero no creo que en esta coyuntura se pueda crear tal desenlace, más bien es una percepción para justificar el aislamiento, la "preservación" y la condición "impoluta" de organizaciones revolucionarias, de cuyo seno (es lamentable decirlo y haberlo padecido), han salido verdaderos traidores a la causa revolucionaria nacional e internacional. Saludos.
ALGO MÁS: La correlación de fuerza se modificaría al compás de la lucha política, social y económica que pueden motorizar las fuerzas opositoras y organizaciones que responden a los intereses de los trabajadores. Las alianzas y su activismo político no puede ser sólo en el ámbito electoral, es pertinente vincularla a la lucha popular para procurar una nueva correlación de fuerza en la sociedad. Y ahí la izquierda puede sacar provecho para lograr las metas que se puedan proponer en esas alianzas. Si hay conciliación de clases y la izquierda se somete a la estrategia de los aliados liberales y de otros colores, estaría "atajando para que otro enlace". Haría el papel de "tonto útil". Por eso, en el seno de cualquier alianza de fuerzas ideológicamente antagónicas habrá contradicciones. Si no las hay, se habrá renunciado a las ideas, y por supuesto, a la estrategia. Abrazos.
ANULFO MATEO PÉREZ
La coyuntura política es bastante compleja frente al tradicionalismo político y las contradicciones entre fuerzas muy disímiles en terminos ideológicos e históricos, hoy colocadas en la acera del frente del oficialismo. Creo que "juntos" no es lo mismo que "reburujao", cuando se plantea la conformación de un frente político opositor, porque las fuerzas liberales/conservadoras (esa mezcolanza existe en ciertas organizaciones opositoras) y las de las izquierdas (donde también hay de todo) es probable que acaben distanciándose, pasadas las elecciones, Ojalá que esa unidad pueda caminar un tramo largo (sin sacrificar los principios ni las ideas), hasta hacer lo que hay que hacer con el PLD, que es derrotarlo y romper sus planes continuistas y perversos contra el país, sobre todo contra los más pobres. Los referentes actuales a nivel internacional donde se camina contra la extrema derecha, han obligado a buscar la ruta de la concertación más amplia; incluso dialogando con fuerzas enemigas para debilitar los planes y conspiraciones del frente que adversa a los revolucionarios. Ahora se necesita ingenio, firmeza en los principios y la estrategia, flexibilidad táctica y mucha comprensión de la coyuntura política. La tarea no es fácil, y la discusión sobre el tema debe ser franca, sin prejuicios, ni descalificaciones para excluir a los contradictores y evadir el debates de las ideas que no se comparten. Pero como debe comprenderse, existe el oportunismo de derecha y también el de izquierda, como el de la pseudoizquierda. Detrás de ciertos radicalismos, se puede esconder el oportunismo, tal como lo hacen los de la "izquierda light", que se han plegado históricamente al PRD y al PLD. Entonces, debemos ser cautos, pese a nuestro deseo de conformar un frente opositor con la más amplia base de la sociedad y sus organizaciones; evitar "atajar" para que la derecha "enlace", o ciertos sectores que se creen predestinados a dirigir el proceso desde la "izquierda", lo conduzcan por las sendas de la derecha, y las cosas sigan como están. Difícil la situación, ¿verdad? Lo más fácil para la izquierda más firme, es aislarse de la coyuntura, o crear una "pequeña unidad" bajo el manto ideológico tradicional, para continuar denunciando y condenando el status quo y los responsables de mantenerlo, y nada más. Aferrados a la idea de un levantamiento popular, que esperamos desde 1965, como esperan los cristiano por el Mesías, para tomar el cielo por asalto. Ojalá se presentara tal situación mañana bien temprano, pero no creo que en esta coyuntura se pueda crear tal desenlace, más bien es una percepción para justificar el aislamiento, la "preservación" y la condición "impoluta" de organizaciones revolucionarias, de cuyo seno (es lamentable decirlo y haberlo padecido), han salido verdaderos traidores a la causa revolucionaria nacional e internacional. Saludos.
ALGO MÁS: La correlación de fuerza se modificaría al compás de la lucha política, social y económica que pueden motorizar las fuerzas opositoras y organizaciones que responden a los intereses de los trabajadores. Las alianzas y su activismo político no puede ser sólo en el ámbito electoral, es pertinente vincularla a la lucha popular para procurar una nueva correlación de fuerza en la sociedad. Y ahí la izquierda puede sacar provecho para lograr las metas que se puedan proponer en esas alianzas. Si hay conciliación de clases y la izquierda se somete a la estrategia de los aliados liberales y de otros colores, estaría "atajando para que otro enlace". Haría el papel de "tonto útil". Por eso, en el seno de cualquier alianza de fuerzas ideológicamente antagónicas habrá contradicciones. Si no las hay, se habrá renunciado a las ideas, y por supuesto, a la estrategia. Abrazos.
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