ALAS DE FINOS CRISTALES
POR. JOSÉ ENRIQUE DE LA ROSA SANTANA
MADRE
Los quejidos de mi alma lacerada,
por filosas saetas inmateriales del
tiempo; tú angelical mujer jamás
los escucharas.
Pues con alas de finos cristales
volaste hacia donde
jamás
se ha de regresar.
Y, yo amada mujer en
mi-
desesperación casi agónica,
busco al vidriero que tus alas-
construyó por que quiero alzar el
vuelo para encontrarnos
de nuevo tú y yo.
Y, en la oscuridad de un vientre
fecundado volver a la vida.
Volver a nacer.
Pero si no he de tú
vientre
prefiero ser semilla infecunda
que jamás germinara.
.
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